sábado, 19 de abril de 2008

Malditas leyes

Yo entiendo que no nos guste que Patti entre al Congreso, pero no da para pedir una interpretación de la ley que se adapte a nuestros ideales de justicia del momento. Es cierto, como opina Rubén, que a veces la ley, por ser general, debe ser interpretada de acuerdo a las circunstancias en las que se aplica. Pero acá no hay vuelta que darle: se es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Prohibirle el cargo a un tipo que fue votado democráticamente porque "todos sabemos que es culpable" es una trampa, porque "lo que todos sabemos" cambia de un momento a otro según las circunstancias. Que nos repugne que Patti entre al Congreso no quiere decir que la ley sea ambigua o que no contemple esta circunstancia. Quiere decir que muchos no la quieren aplicar.

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